El llamado a una vida centrada en Dios
Continuamos nuestro estudio en Mateo 6, parte del Sermón del Monte, donde Jesús nos enseña cómo vivir como ciudadanas de Su reino. En este capítulo, se destaca la importancia de vivir para la gloria de Dios y no para la aprobación humana.
Jesús comienza advirtiendo: «Guardaos de hacer vuestra justicia delante de los hombres, para ser vistos por ellos; de otra manera no tendréis recompensa de vuestro Padre que está en los cielos» (Mateo 6:1). Esto nos recuerda que nuestra fe no se trata de impresionar, sino de vivir en obediencia a Dios, quien ve en lo secreto y recompensa lo que hacemos con un corazón sincero.
La verdadera oración y comunión con el Padre
Jesús nos da un modelo perfecto de oración en Mateo 6:9-13, conocido como el Padre Nuestro. En esta oración, Cristo nos enseña a dirigirnos al Padre con reverencia y humildad, reconociendo Su santidad, Su reino y Su voluntad.
La oración es más que palabras; es una relación íntima con Dios. Jesús nos advierte contra las repeticiones vanas y nos llama a orar con intención, sabiendo que nuestro Padre ya conoce nuestras necesidades. Esta enseñanza nos motiva a buscar un diálogo genuino con Dios, que no solo transforma nuestras circunstancias, sino también nuestro corazón.
La riqueza verdadera: Tesoros en el cielo
En Mateo 6:19-24, Jesús nos desafía a reconsiderar dónde estamos invirtiendo nuestras vidas: «No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín corrompen, y donde ladrones minan y hurtan; sino hacéos tesoros en el cielo.»
Aquí aprendemos que el lugar donde está nuestro tesoro revela dónde está nuestro corazón. Jesús nos llama a fijar nuestra mirada en lo eterno, no en lo temporal. En un mundo que nos presiona a acumular riquezas materiales, este pasaje nos recuerda que las verdaderas riquezas se encuentran en una relación íntima con Dios y en el impacto eterno que hacemos al vivir para Su gloria.
Confiando en la provisión divina
Jesús cierra este capítulo abordando una de las mayores luchas del corazón humano: la preocupación. Dice: «Por tanto, no os afanéis, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos?» (Mateo 6:31).
Cristo nos invita a descansar en la provisión de nuestro Padre celestial, quien cuida incluso de las aves y los lirios. Este pasaje nos insta a buscar primero el reino de Dios y Su justicia, confiando en que Él suplirá todo lo que necesitamos. En un mundo lleno de incertidumbre, estas palabras nos recuerdan que Dios es soberano y que nada está fuera de Su control.
Aplicando Mateo 6 a nuestra vida diaria
La enseñanza de Mateo 6 no es teórica, sino práctica. Nos desafía a:
1. Examinar nuestras motivaciones: ¿Vivimos para agradar a Dios o a los demás?
2. Priorizar la oración: La comunión diaria con Dios es esencial para mantenernos centrados en Su voluntad.
3. Invertir en lo eterno: Nuestras acciones, tiempo y recursos deben reflejar nuestra confianza en lo que perdura más allá de esta vida.
4. Confiar en Dios: Frente al temor y la ansiedad, debemos recordar que tenemos un Padre que cuida de nosotros.
Conclusión: El Evangelio en Mateo 6
Mateo 6 no solo nos enseña cómo vivir como ciudadanas del reino de Dios, sino que también apunta a nuestra necesidad más profunda: el Evangelio de Jesucristo. En cada sección, vemos reflejada la santidad de Dios, nuestra insuficiencia y la necesidad de depender de Él en todo. Pero, ¿cómo podemos vivir esta vida que Jesús describe, una vida centrada en Dios, libre de hipocresía, de ansiedades y de afán por lo terrenal? La respuesta está en el Evangelio.
Jesús, quien nos dio estas enseñanzas, vivió perfectamente lo que Mateo 6 describe. Él oró con sinceridad, dependió del Padre en todo, y jamás buscó la aprobación de los hombres. Su vida fue un ejemplo perfecto de obediencia y confianza en Dios. Pero más que un ejemplo, Jesús fue a la cruz para pagar el precio de nuestro pecado, incluido nuestro amor por las riquezas terrenales, nuestras preocupaciones, nuestra falta de fe y nuestra hipocresía.
En la cruz, Jesús cargó con nuestra culpa y nos ofreció Su justicia. Por Su resurrección, nos da vida nueva, una vida que nos capacita para buscar primero Su reino y Su justicia. Es solo por la obra redentora de Cristo que podemos vivir conforme a las enseñanzas de Mateo 6, no con nuestras propias fuerzas, sino con el poder de Su Espíritu en nosotros.
Te invito a reflexionar en estas palabras de Jesús:
«Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas» (Mateo 6:33). Pero antes de buscar Su reino, necesitas entrar en él, y esto es posible únicamente por medio de la fe en Jesucristo.
Si aún no has entregado tu vida a Cristo, hoy es el día para hacerlo. Reconoce tu necesidad de Él, cree en Su sacrificio y resurrección, y recibe el perdón de tus pecados. Solo en Él encontrarás la verdadera paz, el propósito eterno y la esperanza que Mateo 6 promete a los que confían en Dios.
Cristo es el Rey del reino que describe este capítulo. Ven a Él, y encuentra en Su evangelio la puerta de entrada a una vida abundante, para la gloria de Dios.
Aménnn💕💕💕🙏🏻…!