Mateo 14 Jesús como Salvador, Sanador y Redentor

Qué privilegio tan grande poder abrir la Palabra de Dios y estudiar juntas Mateo 14, un capítulo que nos muestra el poder, la compasión y la soberanía de nuestro Señor Jesucristo. Este capítulo no solo nos presenta milagros asombrosos, sino que también nos invita a reflexionar sobre nuestra fe, nuestra dependencia de Cristo y el costo de seguirlo.

La Muerte de Juan el Bautista (Mateo 14:1-12)

Este pasaje comienza con Herodes, quien, al escuchar sobre los milagros de Jesús, cree que Juan el Bautista ha resucitado. Mateo retrocede en el tiempo para explicarnos cómo Juan fue ejecutado: Herodes lo encarceló porque Juan lo confrontó por su relación ilícita con Herodías, esposa de su hermano. En una fiesta, la hija de Herodías bailó para Herodes, quien, cautivado, prometió darle lo que pidiera. Influenciada por su madre, pidió la cabeza de Juan, y aunque Herodes estaba entristecido, cumplió su promesa.

Esta sección nos recuerda que proclamar la verdad puede costarnos todo. Juan no temió confrontar el pecado, incluso ante el poder. Su martirio apunta al sufrimiento que muchos fieles enfrentan por causa del evangelio. Este relato también expone el corazón endurecido de Herodes, que, aunque conocía la justicia de Juan, temió más al hombre que a Dios.

Para nosotras, este pasaje es un llamado a la fidelidad en medio de la oposición. Proclamar la verdad no siempre será fácil, pero recordemos que nuestra recompensa está en Cristo, quien nunca nos dejará ni nos abandonará.

Jesús Alimenta a los Cinco Mil (Mateo 14:13-21)

Tras escuchar sobre la muerte de Juan, Jesús se retiró en una barca para estar solo, pero las multitudes lo siguieron. En lugar de apartarlas, Jesús tuvo compasión de ellas, sanó a los enfermos y, al ver su necesidad física, realizó el milagro de alimentar a más de cinco mil personas con solo cinco panes y dos peces.

Este milagro no es solo un acto de misericordia; también apunta a la suficiencia de Cristo. Él no solo provee para nuestras necesidades físicas, sino que es el Pan de Vida que satisface nuestras almas hambrientas. Vemos aquí el cuidado providencial de Dios: Cristo, el buen pastor, alimenta y cuida a Su pueblo.

Amada hermana, confiemos en la provisión de Dios, incluso cuando los recursos parecen insuficientes. Nuestra fe no debe estar en lo que tenemos, sino en Aquel que multiplica lo poco para cumplir Su propósito.

Jesús Camina Sobre el Agua (Mateo 14:22-33)

Después del milagro, Jesús envió a los discípulos en una barca mientras Él iba a orar. Más tarde, en medio de la noche y en medio de una tormenta, Jesús se acercó caminando sobre el agua. Los discípulos se llenaron de miedo, pero Él les dijo: “¡Tened ánimo; yo soy, no temáis!”. Pedro, con fe vacilante, pidió caminar hacia Él, pero al enfocarse en el viento, comenzó a hundirse. Jesús lo rescató y lo reprendió: “Hombre de poca fe, ¿por qué dudaste?”.

Cuarta vigilia de la noche: Este término se refiere a la división romana del tiempo nocturno, indicando entre las 3 y las 6 de la madrugada. Esto significa que los discípulos estaban enfrentando la tormenta durante horas, agotados y probablemente temerosos.

La soberanía de Cristo sobre la creación: El hecho de que Jesús camine sobre el agua demuestra Su dominio sobre las leyes naturales, confirmando Su divinidad. Solo Dios tiene autoridad sobre la creación (Job 9:8, Salmo 77:19).

La naturaleza de la fe: Pedro representa al creyente cuya fe puede fluctuar entre la confianza y la duda. Mientras Pedro miró a Jesús, caminó sobre las aguas, pero al enfocarse en las circunstancias, comenzó a hundirse. Este evento nos muestra la necesidad de mantener nuestra mirada en Cristo (Hebreos 12:2).

El temor y la adoración: Los discípulos, inicialmente aterrorizados al ver a Jesús, terminan reconociéndolo como el Hijo de Dios. Este pasaje culmina con la declaración de adoración: “En verdad eres Hijo de Dios” (Mateo 14:33).

Este relato nos anima a fijar nuestra mirada en Jesús en medio de las tormentas de la vida. Nuestra salvación y fortaleza no dependen de nosotros, sino de Su gracia y poder.

Jesús Sana a los Enfermos en Genesaret (Mateo 14:34-36)

Al llegar a Genesaret, las personas reconocieron a Jesús y le llevaron a todos los enfermos, suplicando que solo pudieran tocar el borde de Su manto. Y todos los que lo tocaron quedaron sanos.

El borde del manto: La frase hace referencia a las franjas o borlas que los hombres judíos usaban en sus vestiduras, según la ley mosaica (Números 15:38-40; Deuteronomio 22:12). Estas borlas representaban la obediencia a los mandamientos de Dios. La multitud, reconociendo el poder de Jesús, tenía fe en que incluso tocar este símbolo externo de su vestimenta podía traer sanidad.

El poder sanador de Cristo: La sanidad no depende de los objetos o ritos (en este caso, el manto), sino de la persona y autoridad de Jesús. El acto de tocar Su manto es un símbolo de fe, pues la sanidad viene por creer en Él (Mateo 9:21-22, donde la mujer con flujo de sangre toca Su manto con fe).

Jesús como el cumplimiento de las profecías mesiánicas: En el Antiguo Testamento, se anticipaba que el Mesías traería sanidad y restauración al pueblo de Dios (Isaías 53:4-5; Malaquías 4:2). Este evento demuestra que Jesús cumplía estas promesas.

El alcance de Su compasión: Jesús no rechaza a ninguno que venga a Él en busca de ayuda, mostrando que Su gracia está disponible para todos, sin importar su condición física, social o espiritual.

Este pasaje muestra una vez más la compasión de Cristo y Su poder para sanar, no solo físicamente, sino espiritualmente. Este milagro apunta a nuestra necesidad de buscar a Cristo con fe. No se trata del manto, sino de Aquel que lo llevaba.

La sanidad que Cristo ofrece es completa y eterna, porque Él vino a reconciliarnos con Dios.

Oración

Señor Jesús, gracias porque Tu poder sanador y Tu compasión están disponibles para todos los que se acercan a Ti con fe. Ayúdame a buscarte con urgencia, reconociendo que solo en Ti hay esperanza y salvación. Dame la fe sencilla pero firme para confiar en Tu poder en cada área de mi vida. También, Señor, úsame como un instrumento para llevar a otros hacia Ti, mostrando con mi vida y palabras el amor y la gracia que Tú ofreces. Gracias por ser nuestro Salvador y Sanador. En Tu nombre, amén.

1 comentario en “Mateo 14 Jesús como Salvador, Sanador y Redentor”

  1. 🌷-La muerte de Juan el Bautista no la tenía clara exactamente 👍👍…..
    🌷-Y descendiendo Pedro de la barca, andaba sobre las aguas para ir a Jesús. (14:29)
    Pedro CAMINÓ….sobre las aguas, Pedro caminó!
    Él andaba sobre el agua……”
    Mientras creyó, y su meta era llegar a Jesús, acercarse a Jesús, mirando a Jesús..él caminó!
    Qué no puede… hacer Dios en nuestras vidas…??
    Con fe.. mirando a Cristo!
    Siempre que sea propósito y voluntad de nuestro Señor, para nuestras Vidas, primeramente para Glorificar a Cristo..❤️❤️!
    Rogamos 🙏🏻 que nada nos desvíe, del camino, del propósito…de seguir caminando hacia Cristo Jesús!
    Ninguna circunstancia…., ningún temor….
    Qué ..nos impide, seguir y avanzar…?, humanamente es imposible, pero no vamos solos…… Jesús nos guía!💕💕💕💕
    Aleluyaaa, Gloria a Dios!🙏🏻
    Maravilloso estudio…!💕💕💕

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