Hoy, día de Navidad, vivimos algo que nos hizo reflexionar profundamente sobre la hospitalidad y el amor al prójimo. Los vecinos que viven abajo de nuestro departamento siempre nos parecieron distantes, en especial el esposo, quien solía pasar con semblante serio y nunca respondía a nuestros saludos. Mi esposo y yo habíamos notado que de su hogar, a veces, salía música cristiana, lo que nos llevó a suponer que quizás la esposa era creyente, pero él no.
Esta tarde, para nuestra sorpresa, alguien tocó la puerta. Al abrir, era la esposa de este vecino que siempre vimos como distante. Su rostro irradiaba una amabilidad que no esperábamos, y en sus manos tenía un regalo para nuestro bebé. Fue un gesto tan sencillo pero lleno de amor, que nos alegró profundamente, pero también nos dejó pensando. Habíamos considerado preparar pequeños detalles para nuestros vecinos, incluyendo una nota con el evangelio, pero entre los ajetreos del día a día, dejamos pasar la oportunidad.
Mientras hablábamos sobre lo sucedido, mi esposo y yo sentimos una mezcla de alegría y tristeza. Alegría porque ese pequeño gesto nos mostró la importancia de dar sin esperar nada a cambio, pero tristeza porque nosotros no habíamos tomado la iniciativa de hacerlo primero. Recordamos las palabras de Jesús: “De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí lo hicisteis” (Mateo 25:40). En ese momento, entendimos que no es el tamaño del regalo lo que importa, sino el corazón dispuesto a compartir el amor de Cristo.
La hospitalidad y la generosidad son actos que reflejan el carácter de Dios. Él nos dio a Su Hijo, el regalo más grande, sin que lo mereciéramos. Nosotros también podemos dar, aunque sea algo sencillo, de lo que tenemos. La hospitalidad no se trata de perfección, sino de disposición. Esta Navidad, aprendimos que nunca es tarde para extender una mano de amistad, acompañada de un mensaje de esperanza. Tal vez aún tenemos tiempo de mostrar el amor de Cristo a quienes nos rodean. ¿Y tú? ¿Qué gesto pequeño puedes hacer hoy para reflejar a Jesús en tu comunidad?